
Cuando Péguy hacía pensar a Dios
“Un balazo lo alcanzó en plena frente. El subteniente Charles Péguy murió el 5 de septiembre de 1914, veinticuatro horas antes de la batalla del Marne. En septiembre de 1908 había confesado a su amigo Lotte que había vuelto a encontrar la fe.
Seguramente no la había perdido nunca. Su convicción política y la fidelidad a la opción militante de su esposa le impedían vivir públicamente aquella inquieta creencia que se manifiesta en todos sus escritos.
¡Con qué naturalidad osaba poner en la misma boca de Dios intuiciones que son profundamente cristianas! Con aparente sencillez planteaba, por ejemplo, la afirmación de la humanización de lo divino en Jesucristo:
«Se habla siempre -dice Dios- de la imitación de Jesucristo. Pero no hay que olvidar que mi hijo comenzó por una singular imitación del hombre, singularmente fiel, hasta la identidad perfecta, cuando revistió perfectamente su carne mortal, y cuando perfectamente lo imitó en su nacer, en su sufrir, en su vivir, en su morir».
Ha pasado más de un siglo. Este tiempo nuestro quedará marcado por el sello macabro de una pandemia que ha venido a cuestionar toda nuestra autosuficiencia. Casi todos los días oímos muchas preguntas a los científicos y una sarta de cuestiones sobre la actuación de los políticos”.
Por Rev. José Román Flecha Andrés
Publicado por Revista Ecclesia
17/04/2021